Conociendo a el enemigo

Antes que nada les comento que estos ejercicios son poco comunes y algo estrafalarios asi que tengan en cuenta que a lo largo de este post pueden sentirse unos completos idiotas al verse haciéndolos, Quedan avisados.

Yo, mi peor enemigo.
El peor enemigo del cantante suele ser uno mismo. Nosotros nos boicoteamos, dudamos, nos asustamos; perdemos la confianza en nuestro aparato vocal y nos apachuchamos. Así que no hay mejor técnica para vencer el enemigo que conocerlo.

Recomiendo hacer todo esto encerrado en el baño o dormitorio. Sabiendo que nadie nos va a molestar por lo menos por 20 minutos.
Parémosnos enfrente del espejo. Si puede ser algo alejado así podemos ver la mayoría del cuerpo del enemigo. Y cantemos algo que solamos cantar, como si estuviéramos frente al publico o frente a alguien que conozcamos. Aquellos que tengan algo de control mental traten de visualizarlo, para el resto de los homo sapiens inferiores como yo, ni se gasten. Mientras cantemos tratemos de ver que partes del cuerpo movemos, si levantamos demasiado una mano, si levantamos la patita como al recibir un beso, si dejamos la manita de T-rex al costado como si fuéramos Joe Coker. Esto no es par corregir nada, solo es para tomar conciencia de los movimientos que hacemos al cantar. En lo particular yo me he dado cuenta de la manita de T-Rex en videos que me mostraron de mis presentaciones. Nunca me di cuenta de esa postura hasta que la vi. Por eso es bueno tomar conciencia de nuestro cuerpo y movimientos. Que por ahora no sabemos si son perjudiciales para cantar, pero que con el paso del tiempo, la experiencia y la sapiencia de algún profesor nos dirá la verdad.
Bueno, volviendo a el enemigo,¿ que movimientos raros hacemos, ¿éramos concientes de ellos?¿ los podemos controlar?.
Vieron que el enemigo a veces guarda secretos que ni nosotros teníamos en cuenta.
Ahora acerquémonos al espejo.
Cantemos el mismo tema prestando atención a nuestros gestos. Primero tratando de ser lo mas sinceros con el enemigo y cantar con la misma soltura que cantaríamos frente a el publico. ¿Que es lo que vemos en el espejo? ¿Sabíamos que el enemigo se veía así? ¿Conocíamos sus gestos?
Si notaron algo raro en la cara les repito lo que antes, no es para corregir nada, solo es para conocer que hacemos al cantar y tomar conciencia del cuerpo, del rostro, de nosotros mismos.
Ahora lo divertido
Alejémonos para vernos el cuerpo. Si notamos algún movimiento en particular quiero que lo exageremos al máximo. Si levantábamos la mano al subir una nota, traten de tocar el techo. Si levantábamos la patita, tiremos pataditas dando saltitos. Caricaturicemos al enemigo. Asi le perdemos miedo. Imaginemos que es Bugs Bunny y el pato Lucas haciendo opera (el capitulo del cantar de los nibelungos es glorioso)
Ahora, sin reírse, sin repetir ni soplar, contéstenme, ¿ven que siempre se puede ser más ridículos?
Repitamos lo mismo pero de cerca, exagerando todos los gestos como si fuéramos Thalia en “María la del barrio” o cualquier culebron mexicano. Carguémonos a nosotros mismo, hagámosle mofa a ese enemigo, que nos vamos dando cuenta que no es tan peligroso, que es humano y tiene errores. Que por mas que no llegue a esas notas, que por mas que se vea ridículo, que por mas que se asuste y tenga pánico escénico, va a poder seguir adelante si se propone hacer lo que ama: Cantar. Que si le pone alma corazón y vida va a poder romper cualquier barrera que le impida. La inseguridad es algo inerte a los humanos, siempre va a estar ahí. El miedo va a estar SIEMPRE. Solo hay que saber controlarlo. Valiente no es alguien que no tienen miedo, es alguien que lo controla.
Así que queridos émulos de lobos auyantes, a ponerle huevo que no hay enemigo que nos venza si conocemos el miedo, la inseguridad y a nosotros mismos, y los podemos controlar a todos antes de tomar aire, retenerlo y expulsar la mas linda nota que nunca hallamos cantado SI!