Llegar al agudo




Llegar al agudo

A la hora de hablar de las preocupaciones de los cantantes creo que la idea de llegar a notas agudas es la mayor de todas.
 Quedamos obnuivilados ante tipos como Andre Mattos, Rob Halford o Myles Kennedy.

Nos obsesiona tanto esa nota aguda que al empezar el tema ya estamos pensando si vamos a llegar o no a ese grito metalero, a ese do de pecho sobreagudo.
La mente se pone morbosa, como cuando vemos un accidente por la calle y vamos manejando. Sabemos que si miramos nos va a shockear (quizas aya algun muerto o tripas colgadas, sangre o fracturas expuestas) pero vemos igual. Es inevitable llevar la atencion hacia ahi. A eso que nos atrae de una manera hipnótica como el canto de una sirena o la mirada de dracula, casi sobrenatural. Y olvidamos todo, nos olvidamos de la ruta/calle, de lo que ibamos haciendo. Consecuencia: corremos peligro de chocar. Nuestra atención desviada de lo que en realidad es importante nos pone en peligro.
Que cuernos tiene que ver esto con  cantar las notas agudas??
Que no nos damos cuenta que lo importante no es la nota aguda, y si nos obsesionamos morbosamente con esto vamos a terminar mal.
Siempre digo en mis clases que la nota  importante es la que antecede a la aguda, casi mas importante que la aguda misma. Si en una frase tenemos un salto de quinta por ejemplo, Do/sol. Si ese Do esta mal apoyado, inseguro, sin aire. Ese SOL no va a salir nunca. Si llevamos nuestra atención a un pulso adelante en el futuro, el presente se nos va al carajo. Tenemos que romper el hechizo hipnótico de ese agudo para prepararnos bien primero , respirar bien, tomar con seguridad ese DO. Ubicarnos espacio/temporalmente en ese compás , ese pulso, esa nota y no estar adelantandonos al SOL. Y de ahi partir al agudo. La mayoría del tiempo si se tiene bien afianzado ese DO, el SOL sale naturalmente.
Esta es la primer parte de la teoría sobre los agudos.

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